¿Qué podemos hacer con
las quejas y los reclamos en el salón? Para responder esta pregunta lo más
importantes es aprender de las quejas de los clientes.
Muchas veces nos ha pasado al contratar un servicio y sentirnos defraudados por su eficacia, el tiempo de demora, el poco profesionalismo o tantas otras variantes.
Muchas veces nos ha pasado al contratar un servicio y sentirnos defraudados por su eficacia, el tiempo de demora, el poco profesionalismo o tantas otras variantes.
Cuando esto sucede nos
quejamos ante el dueño, el empleado, el cajero, quien sea que esté allí para
escuchar nuestro reclamo.
Nos vamos sin esperar
ninguna respuesta, porque por lo general no suele haberla. Los profesionales
hábiles y astutos aprenden de las quejas. ¿Y cómo se realiza este aprendizaje?.
Pues bien, podemos implementar el uso de encuestas y sugerencias, donde
se le pide al cliente que deje su nombre, mensaje, teléfono y mail de contacto.
¿Para qué solicitamos esta información? Para analizar lo que nos escriben
semana a semana y adecuar nuestro servicio a la demanda y sugerencias
expresadas.
La queja de un cliente es un alerta para el dueño del salón y el equipo, porque si algo está fallando seguramente todo el staff pueda hacer algo para revertirlo.
Es necesario tomar con calma y no de forma personal
el reclamo. Quizás lo que piden es que el personal tenga una mayor formación,
que la atención sea más cálida, que los tiempos de espera se acorten, por lo
tanto podemos verlo como una oportunidad de mejora.
Si la queja se produce en vivo y en directo, se recomienda mantener un tono amigable, una actitud abierta y una clara comprensión e interés por entender el problema.
Luego de analizar las quejas, podemos implementar los cambios necesarios
y un servicio de recupero de clientes.
Aquellos que se fueron desilusionados y dejaron asentado su reclamo es poco probable que regresen, pero si les hacemos algún llamado de reconocimiento y les ofrecemos descuentos o servicios gratuitos pueden volver a depositar su confianza en el negocio.
Y recuerden que de la atención que reciban los clientes hace que regresen y a la misma vez nos recomiende o nos desacredite profesionalmente.
Publicado por: Gabi Vargas