martes, 22 de abril de 2014

Quejas y reclamos en el salón




¿Qué podemos hacer con las quejas y los reclamos en el salón? Para responder esta pregunta lo más importantes es aprender de las quejas de los clientes.

Muchas veces nos ha pasado al contratar un servicio y sentirnos defraudados por su eficacia, el tiempo de demora, el poco profesionalismo o tantas otras variantes.
Cuando esto sucede nos quejamos ante el dueño, el empleado, el cajero, quien sea que esté allí para escuchar nuestro reclamo. 


Nos vamos sin esperar ninguna respuesta, porque por lo general no suele haberla. Los profesionales hábiles y astutos aprenden de las quejas. ¿Y cómo se realiza este aprendizaje?.


Pues bien, podemos implementar el uso de encuestas y sugerencias, donde se le pide al cliente que deje su nombre, mensaje, teléfono y mail de contacto. ¿Para qué solicitamos esta información? Para analizar lo que nos escriben semana a semana y adecuar nuestro servicio a la demanda y sugerencias expresadas.




La queja de un cliente es un alerta para el dueño del salón y el equipo, porque si algo está fallando seguramente todo el staff pueda hacer algo para revertirlo.

Es necesario tomar con calma y no de forma personal el reclamo. Quizás lo que piden es que el personal tenga una mayor formación, que la atención sea más cálida, que los tiempos de espera se acorten, por lo tanto podemos verlo como una oportunidad de mejora. 

Si la queja se produce en vivo y en directo, se recomienda mantener un tono amigable, una actitud abierta y una clara comprensión e interés por entender el problema. 

Luego de analizar las quejas, podemos implementar los cambios necesarios y un servicio de recupero de clientes.


Aquellos que se fueron desilusionados y dejaron asentado su reclamo es poco probable que regresen, pero si les hacemos algún llamado de reconocimiento y les ofrecemos descuentos o servicios gratuitos pueden volver a depositar su confianza en el negocio.

Y recuerden que de la atención que reciban los clientes hace que regresen y a la misma vez nos recomiende o nos desacredite profesionalmente.

Publicado por: Gabi Vargas

miércoles, 9 de abril de 2014

¿TIENES VOCACIÓN PARA SER ESTILISTA?


Un profesional de la belleza debe de tener valores y actitudes para sus clientes.

Una de las principales reglas es tener personalidad.

PERSONALIDAD: Es el conjunto de cualidades que posee un individuo. Es el reflejo de sus hábitos, actitudes y valores. Sus caracteres se forman de la inteligencia según las normas sociales de conducta que vaya formando cada persona y que tienen implicaciones morales y éticas.

La Personalidad hace énfasis en las cualidades que distinguen a una persona de otra, refleja las características relacionadas con la conducta y a lo material y es la impresión que no realiza sobre otra persona.



CARACTER: Se refiere a aquellas normas, sociales de conducta que tienen implicaciones morales y éticas.

Entre los rasgos del carácter tenemos:
  • 1Honestidad
  • 2Buenos Modales


El desarrollo personal tiende a mejorar hábitos, desarrollar una actitud agradable y ampliar los conocimientos.



Honradez
El estilista profesional necesita honradez para sí misma, para sus clientes, respeto con los demás; pulcritud en el vestir evitar a toda costa los comentarios (chismes).

Tampoco debe olvidar la buena salud. Ningún Estilista de Belleza puede mantener, con éxito su profesión sin tener una personalidad agradable y seductora que se revela en su hablar, conducta, apariencia y modales.



Buenos Modales

¿Cómo debe comportarse una estilista en belleza?

En un salón de belleza es comprensible que se pierda la paciencia o que no se pueda evitar que otra explosión de mal humor. Sobre todo cuando se tiene que soportar tan repetidos incidentes todos los días. En estos casos es que debemos controlar las emociones para no dejar al descubierto el aspecto más desagradable de nuestros modales.


  • · Debemos evitar el tono subido de voz, al igual que los gritos y carcajadas deben ser eliminada de nuestra conducta en el Salón de Belleza.
  • · También la costumbre de tolerar personas extrañas.


Además debemos evitar:
  • · Vestuarios inadecuados
  • · Los olores desagradables del cuerpo
  • · El mal aliento
  • · Masticar chicles
  • · Fumar delante de los clientes
  • · Evitar consumir bebidas alcohólicas en horas de trabajo.
  • · Subir el volumen de la radio o televisión muy alto
  • · Arrastrar los pies al caminar
  • · Discutir problemas personales con los clientes
  • · Censurar los trabajos o servicios de otras estilistas o salones de belleza.


En esas ocasiones especiales, es que debemos dar mayor muestra de buena seriedad, educación y tolerancia.
  • Debemos aprender a tolerar aun cuando nuestra opinión no esté de acuerdo con la del cliente.
  • La más estricta puntualidad es deber ineludible entre la persona que se dedican a la profesión de estilista en belleza, y si por alguna razón nos retrasamos, es recomendable presentar nuestras excusas al dueño del salón, y a los clientes que esperan.

Espero estos consejos sean de ayuda para su crecimiento profesional.

Duda o comentarios háganlo saber, tu opinión es importante para nosotros.

Escrito por: Gabi Vargas

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